lunes, 13 de octubre de 2014

El retorno


Dicen que se puede ir de vacaciones a sitios maravillosos sin contarlo en las redes sociales, incluso que se puede hacer un montón de actividades reales sin airearlo en la ventana virtual.

Pero hay que reconocer que algunas historias piden publicación. Ya avisé de mis instintos corretones, y de como me quedé en el dique seco hasta la operación de menisco y bastante después. Ayer no estuve en la carrera contra el cáncer de mama, pero hoy no he podido más y ¡he salido a correr! Con sirimiri, como me gusta a mí. Sin cronometrar, he trotado en mi circuito del parque, qué dolor de piernas en la primera vuelta. Luego se me ha olvidado el mundo y he seguido, zombie trotero, hasta la tercera sin parar. Y otro día, más.

Llegando a casa lleno de endorfina me paran dos "shavalesh" con acento andaluz y el pelo rapado muy raro y me preguntan donde está la comisaría de la policía nacional. Respiro aliviado, vistos de cerca parecen más inofensivos, manía mía de ir por lo oscuro, un día va a tener algún mangui un disgusto. Despistado, todo serio (y convencido) les digo que de eso no tenemos en Bilbao, y que más atrás está el cuartel de los "Aranchas" y delante el de los "Munipas". Habrán pensado, "este qué se habrá tomado". Y caigo entonces, sí hombre, están en indautxu. Y les he mandado bien, sin preguntar más, por si acaso (parecían estar un poco perjudicados, copas o así). Ya camino de casa he pensado que si es grave, 091 y te los ponen en directo.

En fin, ya duchadito, empiezo a notar músculos que creía desaparecidos (y los glúteos. ¿Por qué porras me duelen ahora?). A ver mañana quien me mueve. Pero lo dicho. Temblad cronos. He vuelto...

No hay comentarios:

Blogs que miro con frecuencia. Últimas entradas